Gnosis Revelada

Conocemos de la posesión de los demonios a través de la literatura o de la cinematografía y no es extraño que lo consideremos un tema lejos de nosotros, sin sospechar siquiera que somos presa de los demonios, nuestros propios demonios, a cada instante de cada día de nuestras vidas. Tanto que presumimos de ser personas normales y en algunos casos hasta de ser extraordinarios y la triste verdad es de que mientras no hayamos hecho un trabajo fuerte sobre sí mismos y no hayamos logrado la individualidad sagrada, no pasamos de ser míseros posesos, endemoniados, poseídos incesantemente por los múltiples agregados psí quicos que en nuestro interior cargamos, donde estos, como demonios, se alimentan de nuestras energías y copulan incesantemente esperando su turno para tomar el control de nuestra máquina orgánica. Marcos 5:9 “ Y le preguntó: ¿Cómo te llamas? Y respondió diciendo: Legión me llamo; porque somos muchos. ”

El Signo de Katebet, "la de los tristes recuerdos" es evidente, nuestra raza, la Raza Aria, está en plena Edad de Hierro y los acontecimientos del pasado, de otras razas, se están repitiendo, aunque está claro que en espiras más bajas. La aspiración a una vida más larga, a conservar la juventud por mucho tiempo no está ausente en esta humanidad perversa y para lograrlo hace lo que haya que hacer, aunque eso signifique sacrificar a sus mismos semejantes.

Por estos días la propaganda mediática ha impuesto en nuestras mentes una imagen del Islam y del mundo islámico, que responde únicamente a los perversos propósitos de la Logia Negra, pisoteando impunemente esa sagrada doctrina, pervirtiendo el mensaje del profeta Mahoma, privando a la humanidad de unos principios religiosos que pueden conducir al ser humano a la Autorrealización Intima del Ser. Como previniendo esta fatalidad, el Avatara de Acuario, Venerable Maestro Samael incluyó en muchas su obras el mensaje del profeta, para preservarlo como apoyo o referencia a los principios doctrinarios fundamentales para nuestra liberación.

La aspiración de los lectores de gnosticismo es poder desdoblarse con su cuerpo astral en forma consciente y penetrar a las diferentes regiones de ese mundo para poder ver y palpar por sí mismo la realidad de lo escrito en las diferentes obras. Sin embargo a pesar de haber dedicado algún tiempo a realizar las practicas enseñadas, no han podido lograr ese objetivo, la decepción llega, el desánimo, dejamos de practicar   y no nos queda más salida que acomodarnos a la justificación que más nos satisfaga: “Hay que haberse creado el cuerpo astral”, “Hay que haber muerto en sí mismos”, “No tengo méritos espirituales para eso”, o bien, las salidas más extremas; “Es mentira eso del astral”, “El VM Samael es un mentiroso”, “La Gnosis es un fraude”, etc, etc, etc…

Parafraseando al General Francisco Morazán, héroe independista de Centroamérica: “La posteridad nos hará justicia”, en pleno Siglo XX el VM Samael exponía al mundo sus investigaciones esotéricas realizadas en los archivos akásicos de la naturaleza, develando magistralmente la verdad sobre las civilizaciones antiguas, sobre sus orígenes, sus formas de vidas, sus misterios, sin embargo los enemigos de la obra despotricaron contra sus enseñanzas, demostrando que la ignorancia es atrevida y aunque las palabras de estos necios convencieron a los incautos, los hechos y las investigaciones de la ciencia moderna los han arrastrado hacia realidades que no se pueden refutar.

Pasearse por los sagrados pasillos de los templos de la Logia Blanca, asistir a sus sublimes ceremonias litúrgicas, recibir instrucción directa de los venerables maestros de la blanca hermandad, con el noble propósito de ayudar a la humanidad y a nosotros mismos, son los sinceros anhelos de los aspirantes gnósticos, pero un absurdo para quien no ha puesto bases en el mundo físico para despertar conciencia.